lunes, 15 de julio de 2013
Hijos
Cuándo recién nacen son todo para sus padres, sus abuelos, sobrinos y hermanos. A medida que van creciendo adquieren su carácter, aprender las conductas de los adultos y empiezan a hablar. Ahora la vida no es sólo amamantar, arrullarlos, mudarlos y ponerlos en su cunita a dormir. Ahora ellos tienen carácter, opinión, gustos, deseos y tienen un boceto de personalidad que desde ahora comienza a tomar forma para su adultez. Los niños de 2 a 3 años quieren expresarse, hacen causa común con sus padres y cuidadores y dan, con sus tempranos recursos su opinión. Los varoncitos son inquietos por naturaleza, gustan de explorar su ambiente y prueban constantemente la autoridad y límites con sus padres. Lo anterior, tiene como visión sensibilizar a las madres y padres de los infantes de esta edad, para que con amor y paciencia comprendan que los pequeños de este rango etário buscan nuestra atención y que notemos los avances que han logrado gracias a nuestra crianza. No desfallezcan, dialoguen con ellos, explíquenle el por qué sí o por qué no de las cosas, enséñenles haciéndose pequeños como ellos, siéntense cómodamente en el suelo mientras les hablan, jueguen con ellos, enséñenles a compartir sus juguetes y sus cosas con otros niños. Lo anterior facilita las relaciones interpersonales futuras. Bríndenle todo su amor sin límites, pero a la hora de enseñarles, no olviden que existe una brecha de amor y respeto entre la madre/padre y el hijo.
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